Mas acá del sur de la frontera

Al sur de la frontera es un valiente alegato en contra del cerco mediático que sufren los gobiernos de izquierda latinoamericanos por parte de los medios comerciales y de las principales agencias de prensa del mundo

Los grandes conglomerados de la comunicación pertenecen a los mismos grupos económicos que se enriquecen a costa de la salud y el bienestar de la humanidad. Existe una alianza tácita entre unos y otros para defender la vigencia de un sistema depredador que ha legitimizado su existencia a través de la sociedad del confort.

En nombre del progreso se destruye el medio ambiente, se usan aditivos alimenticios que envenenan a la población, químicos en los cultivos y alimentos transgénicos. En nombre de la productividad, en granjas avícolas y vacunas se martitiza a los animales y se envenena a los consumidores con hormonas y aditivos tóxicos.

El negocio de la guerra es responsable de miles de muertes y es evidente para cualquier persona algo informada que lo que está detrás de las guerras son intereses económicos. Es verdad que el mundo siempre ha estado gobernado por intereses mezquinos, pero la diferencia es que hoy la internet permite que la gente pueda tener acceso a este tipo de información.

La sociedad de la información ha dado lugar a que gran cantidad de gente despierte ante el escandaloso hecho de que vivimos en un mundo gobernado por intereses económicos. EUA es donde más se siente esta tendencia, pues es la capital mundial del consumismo. En EUA el afán de crecer y prosperar ha devenido en una sociedad donde todo es negocio y el ser humano ha pasado a ser un elemento más del mercado.

La soberania alimentaria es fundamental para la salud
de nuestros pueblos, y la izquierda suele defenderla

En la industria farmacéutica hay muchos escándalos (minimizados por los medios comerciales) que revelan que la vocación de éstas no es ayudar a la humanidad a salir de la enfermedad, sino que buscan aumentar sus utilidades a cualquier precio, aun si esto supone fomentar una dependencia malsana hacia las drogas. Se han comprobado nexos escondidos entre las farmacéuticas, los entes de control en EUA y hasta con la Organización mundial de la salud.

En la industria alimenticia, hay muchos tóxicos que son usados libremente en las comidas. El glutamato monosódico y el aspartame son químicos comprobadamente nocivos, y la única razón por la que no son prohibidos en EUA (y por ende en Latinoamérica) es por los nexos de los grandes de la industria alimenticia con los entes regulatorios de control. La agricultura en el mundo gira alrededor de técnicas depredadoras que violan la natural relación que debe haber entre el ser humano y la tierra.

En EUA existe una abierta confrontación entre quienes no quieren cambios y quienes ya se han dado cuenta que es posible una sociedad más solidaria, un capitalismo con rostro humanitario donde el estado y las leyes se ajusten más a los intereses de la gente y no al de las grandes empresas. Los medios de comunicación hacen su parte entreteniendo a las masas y distrayendo su atención del saqueo irresponsable y fatal que las corporaciones están haciendo al planeta y la gente. Hay muchos casos en el mundo de medios comerciales que censuran reportajes que hablan de este tipo de cosas.

En este contexto, la única alternativa estructurada y organizada frente esta conspiración contra la humanidad está en la izquierda. Oliver Stone es un entusiasta humanista que se maravilla ante la proliferación de gobiernos en la región que tratan de gobernar en función de la gente y no del capital. En esta valiosa investigación Stone pone en evidencia la guerra sucia que le han hecho los medios comerciales del mundo a los gobiernos latinoamericanos de izquierda. La humanidad y el planeta están amenazados por la codicia de algunos. Está en la gente informarse y hacer defender sus derechos.